miércoles, 25 de noviembre de 2009

IDIOMAS BÍBLICOS - HEBREO Y GRIEGO

Bienvenidos y bienvenidas a este espacio en el ciberespacio, mediante el cual nos proponemos fomentar el aprendizaje de los idiomas bíblicos, el hebreo y el griego.



La Biblia debe tener un valor prioritario en la vida y el ministerio del Pastor y del Líder Cristiano ya que ésta es, y será siempre, el fundamento de la vida cristiana. De esto resulta, como consecuencia, que adquirir el conocimiento necesario y fundamental acerca de la Palabra de Dios, con el fin de ejercer el ministerio de una forma adecuada y según el Corazón de Dios, es de suma importancia. Sin embargo, no son pocos líderes, al igual que en los tiempos de la Iglesia primitiva, los que hacen girar su estudio y sus enseñanzas en los “fundamentos”, aquellos que la Carta a los Hebreos llama “los rudimentos de la doctrina de Cristo” (Hebreos 6:1-2) Esto sucede, precisamente, por un estancamiento en el conocimiento de las Ciencias Bíblicas o el desconocimiento absoluto de éstas, las cuales, siendo adecuadamente aplicadas a la vida, el ministerio y la predicación, dan como resultado una renovación espiritual sin precedentes, debido al lógico descubrimiento de nuevas riquezas en el tesoro de la sabiduría de Dios.

Esdras es un ejemplo práctico para todo pastor y predicador cristiano. La Biblia nos dice que él cumplió con tres características básicas: Estudiar las Escrituras, cumplirlas y enseñarlas al pueblo de Dios: “Porque Esdras había preparado su corazón para estudiar la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.” (Esdras 7:10) La consecuencia de un ESTUDIO más profundo de la Biblia será, definitivamente, una perspectiva más atinada en su cumplimiento y una autoridad más eficaz para la enseñanza de ésta.

Una de estas Ciencias Bíblicas es el Estudio de las Lenguas Originales de la Sagrada Escritura. Como usted sabe, nuestras Biblias impresas no son más “traducciones”, y actualmente podemos encontrar diversas e incluso “divergentes” traducciones de la Biblia. Recientemente han aparecido ediciones de la Biblia con varias traducciones en columnas paralelas, a fin de que el predicador tenga una mayor amplitud en la interpretación de la Escritura y pueda explicarla mucho mejor. Sin embargo, ¿no le parece a usted que es mucho mejor contar con el texto bíblico en la lengua original y poder comprenderla? La Biblia fue escrita en los idiomas hebreo, arameo y griego durante un período que abarca muchos siglos.

Luego del regreso de la deportación en Babilonia, el pueblo de Israel había adoptado el idioma arameo como su lengua, de tal forma que el hebreo, a pesar de ser un idioma emparentado con el arameo, en algunos momentos les resultaba incomprensible, de tal forma que necesitaron la ayuda de los levitas, quienes resguardaban las Escrituras y el idioma hebreo durante el cautiverio. Los levitas, de acuerdo al libro de Nehemías, “hacían entender al pueblo la Ley”, mientras éste escuchaba su lectura en idioma hebreo, “y explicaban su sentido” es decir, hacían los oficios de “traductores-intérpretes” al arameo, “de modo que entendieran la lectura”.

Los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía, hacían entender al pueblo la Ley, mientras el pueblo se mantenía atento en su lugar. Y leían claramente en el libro de la ley de Dios, y explicaban su sentido, de modo que entendieran la lectura.” (Nehemías 8:7-8)

Actualmente se cuentan con recursos impresos (libros) y herramientas en Internet acerca de las lenguas bíblicas. Sin embargo, éstas no son accesibles y comprensibles para muchos, y su aplicabilidad, sin la guía necesaria, es bastante limitada.



Debido a esta necesidad, estimado hermano(a), es que, por la gracia del Señor, desde hace más de diez años me he dedicado al estudio de las lenguas bíblicas (hebreo, arameo y griego), así como de otras lenguas que auxilian a éstas para clarificar mucho más el mensaje bíblico, debido a su antigüedad (tales como el arameo siríaco, el árabe y el latín).

Las materias de lenguas bíblicas, con las limitaciones de tiempo y el prototipo de enseñanza magistral (no personalizada) que se imparte en pocas instituciones en nuestro país (ej. Universidad Centroamericana, Universidad Evangélica, Universidad Luterana, Colegio de Teología de El Salvador, etc.) hacen que este conocimiento llegue a un limitado número de personas, e incluso de forma “introductoria” y con poca aplicación exegética.

Este servidor ha tenido ya alguna experiencia de enseñanza grupal y personalizada de las lenguas hebrea y griega, y por ello deseo ofrecer este servicio a su disposición. El aprendizaje del hebreo y el griego ayudarían, sin duda alguna, a una mejor comprensión del texto bíblico. Ahora bien, nuestro curso de enseñanza no se limitaría únicamente a los idiomas, sino a su aplicación práctica en la lectura bíblica y su adecuada traducción. Con ello pretendemos que usted también se convierta en un agente crítico de las modernas traducciones bíblicas. Para ello, asimismo, proveeremos de las herramientas adecuadas para la investigación exegética-interpretativa de la Biblia, tales como la historia y el desarrollo del Canon Bíblico, y todo lo relacionado a la Crítica Textual, que es una Ciencia Bíblica que proporciona las directrices para convertirse en un investigador crítico, incluso desde el texto mismo de los antiguos manuscritos, confrontándolos con el texto generalmente aceptado. Los hallazgos en las cuevas de Qumrán el siglo pasado fueron los mayores hallazgos arqueológicos de las ciencias bíblicas textuales. Los manuscritos Q y Qa contienen el libro del profeta Isaías, datado cerca del año 100 a.C., y su lectura actualmente es posible.



Manuscrito de Qumrán
(Isaías capítulo 1)

Las Biblias de Estudio contemporáneas nos proporcionan la siguiente aclaración:
La presente traducción está hecha sobre los textos hebreos, arameos y griegos. Para los textos hebreos y arameos se ha tomado como base el llamado “texto masorético”. Ocasionalmente, cuando a juicio de los expertos el texto masorético no se puede entender con claridad, se ha recurrido a la ayuda de otros manuscritos o de traducciones antiguas, o se ha intentado reconstruirlo de otra manera. Estos casos se indican en las notas. Para los textos griegos se han tomado como base las mejores ediciones críticas disponibles actualmente.” (Reina-Valera, revisión 1995, Edición de Estudio y Dios Habla Hoy - La Biblia de Estudio: Sociedades Bíblicas Unidas, 1995 y 1998)
A través de las ediciones críticas del hebreo y griego usted mismo podrá ser capaz de realizar lo que hacen los expertos traductores y exegetas, y es por ello que se hace necesario auxiliarse un poco de otras lenguas y saber interpretar los recursos de la Crítica Textual literaria de la Biblia.

HEBREO



El texto masorético no es más que el texto hebreo elaborado por los escribas llamados “masoretas”, quienes, durante la Edad Media, preservaron toda la tradición manuscrita bíblica del Antiguo Testamento, mediante copias que, además del texto consonántico hebreo le añadieron una serie de signos que representarían las vocales, ya que este idioma no tenía vocales escritas originalmente, al igual que el resto de las lenguas semíticas antiguas. A pesar de tener unos signos que no se asemejan en nada a nuestros idiomas occidentales, el hebreo puede ser aprendido con facilidad.

El hebreo es un idioma cuya lectura y escritura se realiza de derecha a izquierda, al contrario que las lenguas occidentales:

El texto anterior corresponde a la transliteración de Génesis 1:1 y su traducción.
Las flechas le indican que la lectura debe ser de derecha a izquierda.

TEXTO HEBREO (Biblia Hebraica, Génesis 1:1-5)


GRIEGO



Aunque existen tradiciones que aseguran que el Evangelio de Mateo fue escrito en arameo, el Nuevo Testamento en su totalidad fue consignado en lengua griega común (koiné), y fue preservado a través de copias manuscritas de diversa índole a través de los siglos II hasta la invención de la imprenta.
La lengua griega, de claras reminiscencias a la lengua de Homero, Platón y Aristóteles, se convirtió en la “lengua internacional” (como ocurre actualmente con el inglés) durante el período que abarca a los siglos IV a.C. hasta mediados del IV d.C. El griego tiene mucha relación con las lenguas occidentales, ya que se convirtió en una herencia importante para el latín y, por éste, hacia todas las lenguas románicas (italiano, francés, español, etc.) Así pues, muchas expresiones griegas son muy parecidas a su equivalente en español, debido a que nuestro idioma tiene aproximadamente un 30% de griego en su léxico.
Muchos desarrollos fonológicos griegos se encuentran directa o indirectamente ligados a la más antigua lengua indoeuropea: el sánscrito, la antigua lengua aria de la India, actualmente muerta:

La Versión de los Setenta (Septuaginta)

Durante la segunda mitad del siglo II a.C. los judíos dispersos en Egipto realizaron la traducción del Antiguo Testamento al griego, y esta fue llamada la versión de los Setenta (Septuaginta), y que fue adoptada, desde el siglo I, como el primer texto cristiano del Antiguo Testamento. Debido, pues, a que se trata de la versión más antigua de la Biblia Hebrea, se tiene en alta estima el estudio de la Septuaginta, como testigo de la continuidad de las Escrituras a través del tiempo.

Mediante el estudio del idioma griego koiné y la Crítica Textual usted mismo podría contemplar imágenes de los manuscritos, tales como el Papiro 52, datado al año 125 de nuestra era, y que es considerado el manuscrito más antiguo del Nuevo Testamento, y verificar el milagro de Dios en la preservación de su Palabra a través de muchos siglos.








Papiro 52 (Datado al año 125 d.C., Juan 18:31-33,37-38)








TEXTO GRIEGO (Nuevo Testamento Griego, Juan 1:1-5)

PROPUESTA DIDÁCTICA


Debido a las razones antes expuestas deseo hacer hincapié en la importancia que tiene el aprendizaje de las lenguas bíblicas (hebreo y griego), no solamente vistas aisladamente, sino explicando su propia fenomenología a partir de sus lenguas hermanas o emparentadas, y su debida aplicación hacia la traducción de la Biblia y la evaluación de la fidelidad traduccional en la versiones actuales en español, a partir de la metodología científica de la Crítica Textual. Todas estas herramientas son valiosísimas para la correcta exégesis (interpretación) de las Sagradas Escrituras. Le propongo, pues, estimado hermano en Cristo, organizar cursos de aprendizaje de los idiomas hebreo y griego en su Iglesia, congregación o ministerio, con grupos relativamente pequeños, y así efectuar una enseñanza cuasi-personalizada, con el fin de que este conocimiento llegue a personas que aprecian y reverencian la Palabra de Dios. En su defecto, también le planteo la posibilidad de impartir estos cursos de una forma personalizada para usted.
Estos cursos los ofrezco de acuerdo a mis posibilidades de tiempo y limitado únicamente a la zona metropolitana de San Salvador y municipios cercanos.

COSTOS

Debido a que se trata de un conocimiento que ha requerido mucho tiempo de preparación por parte de este servidor, y es una inversión de tiempo, pese al deleite espiritual que causa este tipo de asuntos, ofrezco estos cursos con la modalidad de recibir algunos honorarios. Sin embargo, ya que la Palabra de Dios (y todo lo relacionado a ella) no debe ser objeto de comercio, deseo expresarle que no imparto estos cursos a un precio establecido, sino que es en base a las posibilidades suyas o del grupo al cual se impartirán los cursos, por lo que los honorarios es un asunto negociable.

MATERIAL DIDÁCTICO
Aunque existen libros de apoyo, su adquisición será voluntaria. Se requerirán prácticamente los libros de texto fundamentales: la Biblia Hebrea (Antiguo Testamento) y el Nuevo Testamento Griego. Los costos por folletos preparados por este servidor también pueden considerarse un material de soporte extra. Asimismo este servidor puede proporcionarle material electrónico para su apoyo.


Para cualquier tipo de información adicional o aclarar sus dudas sin compromiso alguno puede comunicarse conmigo por teléfono o correo electrónico.
Miguel Solís Tizón

CORREO ELECTRÓNICO: hebreoygriego@gmail.com